Los dientes de dragón son unas nuevas marcas viales en fase de pruebas cuyo objetivo es conseguir que las vías urbanas sean más seguras.
Con los colores y las formas del suelo, es más fácil llamar la atención del conductor, que éste se percate de que está pasando por una zona especialmente peligrosa y que reduzca la velocidad. En Estados Unidos han comprobado que el sistema reduce en un 50% los incidentes y en un 37% aquellos en los que se producen lesiones.
Los dientes de dragón son unas nuevas marcas viales que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha anunciado y que se podrían poner en marcha en un futuro. En la actualidad están en fase de ensayo y tienen el objetivo de experimentar la eficacia de este nuevo diseño.
Se trata de una serie de triángulos pintados de color blanco en la entrada de la travesía, ubicados a los bordes del carril y que apuntan hacia la parte interna del mismo, cuyo objetivo es que el conductor al verlos disminuya la velocidad de circulación.
Los triángulos están separados entre sí por una distancia de 1,5 metros, situados a ambos lados del carril. El lado del triángulo que delimita el carril mide 0.75 metros.
Debido a la colocación de los triángulos, se produce el efecto óptico de estrechez del carril, por lo que los conductores se ven obligados a disminuir la velocidad de circulación.
Estos dientes de dragón estarán dibujados a lo largo de los 30 metros cercanos al punto de conflicto, donde el conductor ya debería haber reducido la velocidad para prevenir un posible accidente.
Actualmente se está ensayando en la travesía de Nava de Roa, Burgos, en la N-122, ya que es el lugar donde más siniestralidad y excesos de velocidad se producen anualmente.
Otras marcas viales
Otra de las marcas viales a las que recurre la Dirección General de Tráfico son los llamados galones. Son unas flechas colocadas sobre el asfalto de autopistas y autovías que sirven para visualizar la distancia de seguridad a respetar respetar respecto al vehículo anterior. Así, podemos calcular la separación y evitar un supuesto choque.
En función de la velocidad máxima establecida en la vía, la distancia entre estas marcas será mayor o menor. Por ejemplo, en una carretera con un límite de velocidad a 100 km/h, los galones están pintados separados por una distancia de 85 metros, mientras que en una vía con una velocidad máxima de 120 km/h esta marca vial se sitúa cada 100 metros.
También podemos encontrarnos con líneas de borde quebradas, las cuales avisan al conductor de la cercanía de un paso de peatones en una zona con más visibilidad. Se trata de unas líneas en zig-zag pintadas a lo largo de los laterales de los carriles y que son muy comunes en otros países europeos, como en Reino Unido.
Las líneas de borde quebrada se pintan en los márgenes de toda la carretera y pretenden alertar de la llegada de un paso de cebra, a la vez de concienciar al conductor de que se aproxima a una zona de velocidad limitada. Se localizan en los 30 metros anteriores al paso de peatones y tienen también como objetivo que el conductor reduzca la velocidad.
