Las tecnologías inteligentes aplicadas al transporte permiten a día de hoy unas vías más seguras, eficientes y sostenibles.
En la actualidad estamos siendo testigos de una revolución tecnológica sin precedentes, potenciada por la telefonía móvil 5G, que augura un gran impacto en la seguridad vial desarrollando las tecnologías ITS más lejos de lo que podemos imaginar.
En el próximo futuro, los coches podrán, además de comunicarse entre sí, interactuar con los elementos de la vía como los dispositivos que recogen datos de movilidad urbana o del seguimiento del tráfico en tiempo real y con otros usuarios y servicios de la vía, como parkings inteligentes, ambulancias o grúas y el resultado será que podremos reducir hasta el 80% de los accidentes de tráfico. Además, también se podrá evitar atascos, coordinar a los vehículos para que atraviesen una ciudad sin semáforos y sin colisionar vehículos autónomos a demanda, etc.
Implantación de ITS
La implantación de los nuevos dispositivos V16 que tienen como finalidad geolocalizar nuestro vehículo si nos hemos quedado parados en una vía y la nueva medida que obliga a los operarios de vehículos de auxilio en carretera (grúas) a comunicar de forma telemática la ubicación del vehículo averiado confluyen junto con toda esta infraestructura y tecnología en lo que se conoce como DGT 3.0.
Las carreteras interurbanas españolas, son recorridas por 13.000 km de fibra óptica y están monitorizadas con cerca de 10.000 dispositivos (entre cámaras, lectores de matrículas, aforadores y estaciones meteorológicas), todo ello gestionado por la DGT.
A la vanguardia de las carreteras conectadas está el proyecto Aivia de Ferrovial (con el apoyo de Microsoft, 3M y Kapsch TraffcCom). En una primera fase (2020 a 2022) mejorará la infraestructura física de los distintos corredores (sensorización de las vía y dispositivos que van a proporcionar la seguridad vial adecuada).
La tecnología 5G
Con la implantación de la tecnología 5G la calidad de la transmisión de datos se mejorará de manera exponencial. Esto permitirá que las conexiones se hagan prácticamente en tiempo real, sin retardos, además de poder conectar y compartir información con muchos otros dispositivos y usuarios de las vías.
Cuando se habla de movilidad conectada solemos pensar en coches autónomos y la conectividad dentro de los vehículos. Pero la movilidad conectada llegará a todos a través del teléfono móvil. No requerirá una importante adaptación de las infraestructuras. El 5G permitirá no invertir recursos en sensorizar toda la red de carreteras. Precisamente, la ventaja de las comunicaciones telefónicas es que se pueden prestar servicios en cualquier vía que tenga cobertura digital 4G o 5G, incluida las carreteras convencionales que son las más peligrosas.
Noticia sacada de la página web de la DGT